Este año es mi cuarta temporada en el hotel.
Como en cada etapa profesional, he tenido la oportunidad de seguir creciendo, de aprender y aportar mi experiencia a los compañeros. Este año, vamos un paso más allá, creando una carta llena de experiencias, viajes y sabores.
La pasión por la cocina nace en casa, me viene desde la infancia, bajo la influencia de mi madre y su fusión de sabores venezolanos e italianos. A lo largo del tiempo, esto dio paso a una necesidad de querer descubrir más este mundo infinito que es la cocina.
Al llegar la adolescencia, tenía claro que si algo me apasionaba era la cocina. Ya teniendo una buena base aprendida en casa, decidí estudiar la carrera. Durante dos años pude formarme como profesional, pero sin duda, uno de los mayores retos y una gran etapa de aprendizaje fue tener un restaurante propio con solo 20 años. A lo largo de los años, he seguido aprendiendo de cada proyecto. Pienso que una de las cosas más especiales de la cocina es que estamos en constante aprendizaje.
Es una propuesta de cocina fusión, moderna y de autor. También encontraremos adaptaciones de platos con un distintivo toque personal. Me he inspirado principalmente en mis raíces y en mis viajes. De ello surge una mezcla de sabores sudamericanos y asiáticos. El uso de diferentes chiles, hierbas y frutas nos regala sabores únicos, que son la base de esta carta.
Solo tienen en común que ambas están elaboradas con ingredientes de calidad y que cada plato está lleno de sabor. A partir de ahí, podemos decir que la carta del mediodía está inclinada a una cocina casual de alto nivel y la cena se basa mas en una cocina gourmet, con platos de autor y cuidando al máximo cada detalle para crear una experiencia única.
Yo recomendaría probar uno diferente cada día, aunque si debo escoger algunos, recomiendo el ceviche de lubina con leche de tigre, las arepas fritas, la croqueta de sobrasada ibicenca, el tataki de atún, el pollo jamaicano, el bacalao marinado en miso y, sin duda alguna, mi favorito: el risotto con trufa y carpaccio de atún. Y como no hay mejor final que un buen postre, ¡tenéis que probarlos! En especial, la tarta tres leches y la sopa de coco aromatizada.
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